Confín occidental de la Capitanía General de Guatemala, el valle de Cintalapa ha sido en su historia moderna de casi 500 años, el límite cultural y geográfico entre Centroamérica y México, frontera, encuentro y fusión de los modos de ser y pensar en las poblaciones humanas. De esta característica primordial se construye su identidad.
Conformado por tres grandes regiones fisiográficas, los Valles Centrales, La Sierra Madre de Chiapas, y las Montañas del Norte, nuestro paisaje es enlace entre dos océanos y, en gran medida, espacio de tránsito y residencia humana. La habitación de nuestro territorio se dio en gran medida por su diversidad natural, valle, montaña, selvas, mar y planicies costera cercanas, permitiendo su desarrollo cultural a lo largo de ya más de cuatro mil años. De hecho, la región Valles Zoques alberga la extensión más grande en Chiapas de áreas naturales protegidas, destacando las reservas de la biosfera de La Sepultura y El ocote.
Nuestro devenir en el tiempo inicia con poblaciones zoques de filiación olmeca, que en el período preclásico iniciaron los asentamientos humanos como enlace entre la costa pacífica y la del Golfo de México. Testimonio de ello son las esculturas en piedra de Macuilapa y centros ceremoniales como el de Unión Pastrana, así como la producción minera que estableció una ruta comercial entre el valle y el centro ceremonial de San Lorenzo, en el estado de Veracruz. Para los períodos clásico y posclásico, los asentamientos ascendieron hacia las montañas del norte, en sitios como Varejonal, con una cerámica de profundos significados simbólicos asociados a la naturaleza, y sitios de arquitectura monumental como los de la colonia UNESCO.
Volviendo a la modernidad de nuestra historia, el valle fue, desde principios de nuestra incorporación a la cultura occidental en el siglo XVI, asiento de haciendas agrícolas y ganaderas, al tiempo que a partir de 1540 se redujo a los pueblos originarios en cuatro nuevas poblaciones, a saber; Santiago Tlacoazintepec, Santa María Magdalena, San pedro Jiquipila y Jiquipila la chica. Por despoblamiento, durante los siglos XVII y XVIII, se incorporan a nuestro valle personas esclavizadas de origen africano. En los censos de la época se dice ya que Tlacozintepec y Cintalapa (entonces un calpulli o barrio de Santiago) son pueblos de mulatos y pardos. Hecho, por este origen, la referencia más antigua a la marimba en Chiapas, la hace un cronista del siglo XVI, que menciona la vida en las fincas y la interpretación del instrumento. El siglo XVIII se caracteriza por una crisis demográfica en los que Tlcoazintepec, Santa María Magdalena y Jiquipila la chica se extinguen por despoblamiento. Sin embargo, también es un momento de despegue económico, convirtiendo incluso a la familia Olachea y Michelena, habitantes de la Finca San Antonio La Valdiviana, en la más rica de toda la capitanía general.
A partir de la independencia y federación de Chiapas a México, el valle alcanza uno de sus momentos de mayor desarrollo en lo económico y cultural. Uno de los herederos de los Olachea, Sebastián Esponda y Olaechea, fue designado diputado por Chiapas para las Cortes de Cádiz, Rodulfo Figueroa Esquinca establece, con su obra poética, en inicio de la literatura chiapaneca, Sóstenes Esponda es pionero de la pedagogía centroamericana, y Juan M. Esponda escribe el Manual práctico del nuevo ganadero mexicano, que fue publicado por el gobierno de Porfirio Díaz, como parámetro de modernidad en la producción agropecuaria nacional. A las antiguas haciendas como San Francisco, San Bartolo, San Rafael, La Valdiviana, Macuilapa, Llano Grande, se suman otras como Orizaba, Morelia, Las cruces, Carmen la Nueva, Santiago, la Cascada y El Rosario. El cultivo y procesamiento de henequén permite un nuevo paisaje con chimeneas industriales en las fincas, y con ello una creciente capitalización, cuyo ejemplo más notable es la Fundación de la Fábrica de hilados y tejidos La Providencia. Este proceso ha generado que, en la actualidad, el municipio de Cintalapa de Figueroa, sea uno de los que alberga mayor cantidad de monumentos artísticos inmuebles de Chiapas, según el Catálogo nacional organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.